viernes, 31 de julio de 2009

Los 10 Nuevos Derechos de los Niños




En Torno A la Lectura Y los Libros

Propuestas Dirigidas al Niño:

1. Tienes derecho a que cuando aún habitas en el vientre
materno tu madre y padre, además de acariciarte deben
leerte rimas, cantilenas, poemas y cuentos; si es posible
también plantearte una adivinanza de modo que cuando estés
en este mundo, y ya sepas hablar, sorprendas a todos dando
la respuesta.

2. Tienes derecho a que las personas adultas que te
rodean, recreen contigo las aventuras, personajes y
situaciones referidas en los libros, hasta después que te
hayas dormido, pudiendo ellas seguir con la lectura ya por
su propia cuenta.

3. Tienes derecho a exigir que la lectura sea un espacio
mágico, admirable y sorprendente; a que todos reconozcan y
contribuyan a hacer de ella un acontecimiento fascinante;
y a leer en las orillas del mar, en la cumbre de las
colinas, en un bote surcando el río o trepado en la copa
de los árboles. También a leer los libros al revés, si ése
es tu deseo.

4. Tienes derecho a que los adultos en tu casa, en la
escuela u otro sitio, te lean en alta voz los pasajes de
los libros que más te interesan y que al leer su voz sea
hermosa, afectiva, plena de resonancias; tronante o
apacible según convenga; y que en ella la vida cante su
mejor melodía.

5. Tienes derecho a relacionar lectura a libertad y pleno
disfrute del encanto y la belleza: a primavera y playa; a
montañas, arroyos y cascadas, a setos de flores, a
gaviotas volando en el cielo azul; a que los libros sean
navíos, peces, cometas; frescos como helados, dulces como
uvas, silvestres como fresas.

6. Tienes derecho a que antes de conocer los libros de
texto hayas frecuentado los libros de fantasía, leídos en
voz alta por las personas mayores, pudiendo tú preguntar
muchas veces qué dice en tal o cuál palabra, para
descubrir por ti mismo el secreto de la decodificación
alfabética.

7. Tienes derecho a indagar en los libros todo lo que se
te ocurra acerca de cualquier hecho o cosa del mundo y la
vida; a que tu profesor te guíe hasta donde pueda y,
después, si él quiere tú puedas guiarlo y orientarlo.

8. Tienes derecho a que leer sea parte de la amistad,
afecto y confidencia que debe primar entre adultos y niños
en relación a la lectura; a que alguien esté a tu lado y
exorcice con su voz algún pasaje oscuro del mundo de los
libros.

9. Tienes derecho a que todo libro esté a tu alcance, por
los sitios que pases, incluso en jardines y lugares de
juego; y a que no pueden haber libros secuestrados detrás
de vitrinas ni impedidos de ser hojeados por estar bajo
llave.

10. Tienes derecho a nunca ser reprendido por haber
deteriorado involuntariamente un libro, motivo por el cual
deben estar confeccionados de material adecuado y su costo
ha de ser asequible, a fin de no lamentar daños puesto que
se trata de ganar lectores aunque se pierdan libros.

11. Tienes derecho a exigir que los libros sean prodigios
que te hablen de asuntos significativos; que toda la
maravilla esté contenida en ellos, que sean gratos para
pasar las mejores horas arrobados en sus páginas.

12. Tienes derecho a que los adultos conozcan tus
inquietudes y aficiones e implementen los libros que las
satisfagan y no te impongan los libros de su interés;
coadyuvando tú a que la vida se enriquezca con las
sugestiones de los buenos libros, porque ¿de qué vale que
todo sea hermoso si la vida se desenvuelve en sentido
contrario?

13. Tienes derecho a que la biblioteca escolar sea
preciosa, acogedora y bien iluminada, a que las personas
que allí atiendan sean amables y amen a los niños
lectores; a no llenar fichas ni papeletas, a que se te
preste un libro por indicios de color, olor, tacto y
sentido, pudiendo tú preguntar acerca del contenido de tal
o cual libro y que la respuesta sea mágica.

14. Tienes derecho a emprender un viaje en razón de
celebrarse en el lugar al cual te diriges una gran fiesta
en honor al libro, donde animen bandas de músicos, se
eleven globos, fulguren castillos con luces de bengala; a
que todos los días sean el cumpleaños del libro; a que
lengua oral y escrita sean cataratas de un mismo río.

15. Tienes derecho a realizar excursiones con tus
profesores a lugares donde hayan ocurrido los
acontecimientos que se narran o presentan en los libros. A
realizar paseos hacia las ferias de libros, presentaciones
de autores y locales de librerías.

16. Tienes derecho a leer libros de poesía y enamorarte de
a verdad, a leer libros de mitología y extasiarse mirando
las estrellas, a leer libros de astronomía contemplando la
rotación de los astros, a leer libros de historia
pernoctando a campo traviesa en una noche de luna; a
exigir que los libros digan la verdad acerca de la vida y
del misterio de la muerte.

17. Tienes derecho a que en la escuela y con los maestros
practiques en elaborar libros de todo tipo, dándole formas
de avión, de barco, de flor; a reconocer como libros a las
plantas –sus flores y hojas– a los animales –su pelambre y
ojos–, a las calles –sus casas y esquinas–, o a las
manifestaciones populares –sus banderas y cánticos–.

18. Tienes derecho a no dar ninguna respuesta sino a
formular todas las preguntas en relación a los libros. A
no hablar –si así lo decides– cuando una lectura te ha
impactado, ni siquiera al regresar después de haber
caminado largo rato bajo los árboles.

19. Tienes derecho a pensar que la frase u oración más
marginal de un texto contiene la idea principal, si a ti
te parece; a que las pruebas de comprensión lectora las
resuelvan los profesores o, de lo contrario, se arranquen
esas páginas.

20. Tienes derecho a que tu concepto e imagen de los
libros y de la lectura sean únicos, a perfilar en ellos tu
identidad, a enlazarte allí mano a mano con todos los
hombres de la tierra, vivos o muertos; a volver a soñar y
construir a partir de ellos un mundo nuevo.

Fuente: http://tercerama.blogspot.com

Los 10 nuevos Derechos de los niños


En Torno A La Fantasía e Imaginación.


1. Reconocer, mediante resoluciones internacionales y
leyes de cada país, la importancia, significación y
trascendencia de soñar, como un recurso de carácter
estratégico y base del desarrollo económico, social y
cultural de la colectividad, precisando que sin la
fantasía e imaginación la realidad no sería completa y es
sólo con estos atributos que la vida llega a ser verdad.

2. Estipular que el sistema educativo debe propiciar la
imaginación, que así como hay maestros de estética o
lógica haya maestros de fantástica, incluso funcionarios
que inciten a la imaginación, a fin de que a partir de los
sueños las personas cobremos ánimo a favor de alcanzar
ideales, se alcen y echen a flamear banderas y estandartes
defendiendo la vida que es hermosa y no es justo
desperdiciarla ni en falsos problemas ni en trivialidades.

3. Aprobar que los niños tienen derecho a zambullirse, con
zapatos y todo, en los manantiales de la imaginación sin
que nadie intente por ello reprenderle sino al contrario,
echarse a volar junto a ellos hacia mundos distantes,
distintos y hasta opuestos; otorgando prioridad a la
confección de un artefacto sencillo, un par de alas
externas –en vez de producir armas y material bélico– con
las que podrán dar un par de vueltas por la realidad, para
luego reinventarla.

4. Tienen derecho –los niños, y los seres humanos en
general– a no ser sancionados si olvidan realizar
cualquier actividad por contemplar el abrirse de una flor,
desenroscarse una oruga, discurrir las aguas de un río,
seguir paso a paso el lento caminar de un escarabajo. Que,
ante la felicidad de contemplar un arco iris, el cielo
tachonado de estrellas, los campos de trigo a la luz del
plenilunio, se cierren los cuadernos y guarden las teorías.

5. Tienen derecho los niños a subir a lo más empinado de
una torre y contemplar el milagro de la creación. Que se
abran los lugares más altos de los edificios y desde allí
se pueda avizorar e imaginar un mundo mejor. Que haya
excursiones obligatorias a las cimas de las montañas a fin
de arrobarse ante el vasto panorama estelar. Tienen
derecho a conocer un castillo, un lago, una catarata;
mojarse en la lluvia, moldear la arcilla y navegar en el
mar.

6. Tienen derecho a ser valorados por la osadía de sus
sueños y por dicho motivo enaltecidos, siendo
identificados y reconocidos por ello. Después de la
exposición de una teoría soñar, dejando a un lado la
pregunta impertinente del profesor si ésta no alcanza el
nivel de la ilusión. Que cuando alguien imagine todo se
aquiete y camine de puntillas; que haya una alerta y
consigna general para no interrumpir el portento de este
hecho extraordinario.

7. Los niños tienen derecho y plena libertad de imaginar
un mundo mejor, instalando el reino del bien, la belleza y
el valor, que son atributos de la infancia. A instaurar la
imaginación en el poder. Que ante el anhelo de transformar
el mundo no se le replique que es imposible y descabellado
intentarlo. Que en este y otros aspectos nosotros vayamos
tras ellos.

8. Los niños tienen derecho a mirar la realidad con ojos
de asombro y admiración. Ante ello no podemos ser
críticos, ni mucho menos descreídos o escépticos, sino
asirnos a su vuelo por el ámbito de la fantasía, subidos
en aquellas naves, trocados en alas y viento, convertidos
en todo lo que viaja y se eleva, siendo bienvenidas estas
tres gracias: el trabajo gozoso, el honor y la divina
locura de amar lo creado.

9. Los niños tienen derecho a reconocer que sus brazos
antes fueron alas, que con ellos pueden volar por el mundo
en su proeza de ser amplios y vastos; que sus manos en el
intento de crear rompan esquemas, como algunos objetos y
artefactos. Que las manos son para moldear un mundo nuevo
y los brazos para cobijar y proteger lo que es débil. Que
manos y brazos son la perfección de las alas que llevamos
dentro y es con ellos que hay que dar concreción a los
sueños.

10. Los niños tienen derecho a sumergirse en el mundo del
misterio, embrujo y sortilegio. Escuchar los tambores y
timbales que resuenan en la tempestad, entrever la sirena
que surge envuelta entre lianas y algas; que en la noche
estrellada somos dioses actuales y remotos, vigentes y
atávicos; que la fantasía no es falsedad, que en nosotros
reviven a cada instante y se hacen cotidianos los arcanos.

11. Tienen derecho a utilizar toda su paleta de colores
para pintar cualquier asunto y cosa. Que en su visión las
manzanas pueden ser azules y amarillos los tomates. Que un
gato puede tener estampado encima el arco iris, el sol
color del capulí. Pedirán sanciones para quienes todo lo
pintan de un solo color, peor si es gris, siendo agravante
mayor pintar aulas y colegios de colores opacos,
mortecinos o lastimeros.

12. Tienen derecho a poner su oído en el hueco de un
caracol y trasmitirnos en cualquier lenguaje la sabiduría
del mar, de sus profundidades y sus inabarcables orillas.
Que a partir de esas palabras se cambien conductas y
disminuyan de precio los productos; derecho a sumergirse
en el océano de la vida, en los secretos que expliquen las
razones o sinrazones supremas de esta efímera existencia.

13. Tienen derecho a pasar de asombro en asombro, de
maravilla en maravilla, de milagro en milagro. A comunicar
descubrimientos inesperados, que el árbol de naranjas del
patio convierte las pepitas de oro en semilla de nuevos
árboles, hecho verdaderamente portentoso; a despertar en
la humanidad el anhelo de hacer posibles las utopías
pendientes.

14. Tienen derecho a darle vida a los seres y objetos que
aparentemente no la tienen. A conversar con las nubes, a
saber lo que piensan las piedras. A tener comentarios de
los vínculos de amor existentes entre sol y la luna,
tierra y cielo, cerro y colina que viven juntos.

15. Tienen derecho que ante sus preguntas las respuestas
de los adultos sean de igual o mayor calidad en cuanto a
magia, ingenio y poesía; que lanzados por ellos al mundo
incógnito y misterioso –como es frecuente– también
participemos en dicho juego. Que si nos preguntan
respondamos con igual fascinación que tienen sus
averiguaciones.

16. Derecho a que si creen en algo no se le desmienta ni
corrija, ni se les desencante diciéndoles que eso es
falso. A que todo ser se enmiende para ser bueno ante
ellos, a fin de mirar el mundo con esperanza. Que su
selección de fútbol gane siquiera un campeonato. Que se
organicen festivales para dar lugar a que los que nunca
han ganado por fin ganen.

17. Tienen el derecho a que se le apoye en su convicción
de que tienen los mejores padres del mundo y,
verdaderamente, se los reconozca así en dicha dimensión.
Que su padre y madre sean coronados reyes siquiera una
vez. Que su casa es su casa y no de la inmobiliaria que
quiere desalojarlos. Que nadie diga que su país es feo y
de ladrones; que se repita mil veces que no hay nada en el
mundo más bello, bueno y hermoso que él. Porque es verdad.

18. Tienen derecho a creer en su familia, en sus hermanos,
en la caballerosidad de sus vecinos, en el pundonor de sus
gobernantes, porque lo contrario significará dejar de
creer y eso es triste. Los mayores tenemos el deber de
luchar porque la realidad no los desmienta. A pedir que
las personas de su alrededor sonrían como ellos lo hacen.
Que triunfen los seres con los cuales ellos se
identifican. Pedir el cambio de un maestro por no sonreír,
por vestir de luto, por hablar de catástrofes.

19. Tienen el derecho universal a la alegría, a celebrar
la vida y mirar cada una de sus manifestaciones con
arrobamiento. A caminar libremente por playas, colinas,
valles y desiertos; a sacarle el jugo a los amaneceres y
crepúsculos. A la danza libre y gloriosa en la adoración a
la luna, al sol, al arco iris.

20. Tienen derecho a iniciar un viaje en busca de la clave
que explique el misterio del universo; a dejarlo todo con
dicho propósito, porque puede ser que este asunto
irresoluto ellos lo resuelvan. A dejarse guiar por un
chispazo, por un latido, por una corazonada. A ser
atraídos por lo ignoto, porque finalmente eso somos:
encantamientos, misterio, conjuros, adivinanzas y
prodigios en la noche.



Fuente: http://tercerama.blogspot.com

LOS DERECHOS DE LOS NIÑOS



Los Derechos de los niños.



Los derechos de los niños son de todas las personas que tienen menos de dieciocho años.
No importa su raza, su color o su religión; no importa en qué país vivan, ni con quién vivan;
no importa si son pobres o ricos; no importa en qué idioma hablen o en qué religión crean. No importa que sean hombres o mujeres ni cómo sea su familia.

Los derechos de los niños son tuyos y de todos los niños del mundo.

Los derechos de los niños fueron creados para su protección ; y estos fueron elaborados por la ONU a través de la UNICEF:

Derecho a tener una identidad

Derecho a tener una familia

Derecho a expresarse

Derecho a una vida segura y saludable

Derecho de asistir a la escuela

Derecho a una atención especial

Derecho a protección contra la discriminación

Derecho a que lo protejan contra el abuso

Derecho al juego

Derecho a recibir ayuda en caso de un delito

Articulos de los Derechos de los Niños:

Artículo 1º.El niño disfrutará de todos los derechos enunciados en esta declaración. Estos derechos serán reconocidos a todos los niños sin excepción alguna ni distinción o discriminación por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento u otra condición, ya sea del propio niño o de su familia.



Artículo 2º.El niño gozará de una protección especial y dispondrá de oportunidades y servicios, dispensado todo ello por la ley y por otros medios, para que pueda desarrollarse física, mental, moral, espiritual y socialmente en forma saludable y normal, así como en condiciones de libertad y dignidad. Al promulgar leyes con este fin, la consideración fundamental a que se atenderá será el interés superior del niño.


Artículo 3º.El niño tiene derecho desde su nacimiento a un nombre y a una nacionalidad.


Artículo 4º.El niño debe gozar de los beneficios de la seguridad social.Tendrá derecho a crecer y desarrollarse en buena salud; con este fin deberán proporcionarse, tanto a él como a su madre, cuidados especiales, incluso atención prenatal y postnatal. El niño tendrá derecho a disfrutar de alimentación, vivienda, recreo y servicios médicos adecuados.


Artículo 5º.El niño física o mentalmente impedido o que sufra algún impedimento social debe recibir el tratamiento, la educación y el cuidado especiales que requiere su caso particular.


Artículo 6º.El niño, para el pleno desarrollo de su personalidad, necesita amor y comprensión. Siempre que sea posible, deberá crecer al amparo y bajo la responsabilidad de sus padres y, en todo caso, en un ambiente de afecto y de seguridad moral y material; salvo circunstancias excepcionales, no deberá separarse al niño de corta edad de su madre. La sociedad y las autoridades públicas tendrán la obligación de cuidar especialmente a los niños sin familia o que carezcan de medios adecuados de subsistencia. Para el mantenimiento de los hijos de familias numerosas conviene conceder subsidios estatales o de otra índole.


Artículo 7º.El niño tiene derecho a recibir educación que será gratuita y obligatoria por lo menos en las etapas elementales. Se le dará una educación que favorezca su cultura general y le permita, en condiciones de igualdad de oportunidades, desarrollar sus aptitudes y su juicio individual, su sentido de responsabilidad moral y social y llegar a ser un miembro útil de la sociedad. El interés superior del niño debe ser el principio rector de quienes tienen la responsabilidad de su educación y orientación; dicha responsabilidad incumbe, en primer término, a sus padres. El niño debe disfrutar plenamente de juegos y recreaciones, los cuales deben estar orientados hacia los fines perseguidos por la educación; la sociedad y las autoridades públicas se esforzarán por promover el goce de este derecho.


Artículo 8º.El niño debe, en todas las circunstancias, figurar entre los primeros que reciban protección y socorro.


Artículo 9º.El niño debe ser protegido contra toda forma de abandono, crueldad y explotación. No será objeto de ningún tipo de trata. No deberá permitirse al niño trabajar antes de una edad mínima adecuada; en ningún caso se le dedicará ni se le permitirá que se dedique a ocupación o empleo alguno que pueda perjudicar su salud o educación o impedir su desarrollo físico, mental o moral.


Artículo 10º.El niño debe ser protegido contra las prácticas que puedan fomentar la discriminación racial, religiosa, o de cualquiera otra índole. Debe ser educado en un espíritu de comprensión, tolerancia, amistad entre los pueblos, paz y fraternidad universal, y con plena conciencia de que debe consagrar sus energías y aptitudes al servicio de sus semejantes.



Fuente: www.unicef.org/spanish

sábado, 18 de julio de 2009

EL VALOR DE LA FAMILIA.

CINCO PASOS PARA VIVIR LOS VALORES EN LA FAMILIA.



Hablar de los valores es una cosa, pero vivirlos es otra historia. ¿Realmente es tan difícil? La respuesta es no. Requiere cierto esfuerzo, concentración y perseverancia, pero no es tan difícil. Con algunos pasos simples podrás lograr que tu vida, tus acciones y la sociedad tengan como columna vertebral a los valores.


• Paso 1. Conocer su importancia
El primer paso para vivir los valores es la conciencia de los importantes que son. Una sociedad basada en individuos con valores es la llave para una convivencia más sana.
Los valores van mucho más allá de cumplir el reglamento
Para vivir los valores, lo primero es estar conciente de que son vitales, y que son lo que puede cambiar verdaderamente a una persona, una familia o una nación.


• Paso 2. Analizar mi conjunto de Valores
Una vez que se ha aceptado la importancia de vivir los valores, hay que analizar claramente qué valores son la base de tu vida. Aquí podríamos establecer dos clases: los que ya tienes, y los que quieres construir.
Por otra parte, también debes hacer un esfuerzo y meditar detenidamente en cuáles son aquellos principios, normas y comportamientos que son fundamentales para ser mejor, para vivir mejor. ¿Cuáles te enseñaron en casa? ¿Cuáles has ido aprendiendo con la vida? ¿Cuáles sabes que existen, pero no los vives mucho? ¿Cuáles son los que te gustaría tener? ¿Necesitas investigar más sobre ellos?


Paso 3. El "Plan Maestro"
Reflexiona sobre tus valores, tus debilidades y lo que quieres llegar a ser. "Lo que vivo y debo reforzar" y otra de "Lo que me falta".
establece una meta concreta diaria (pequeña, pero significativa) de los valores que vas a reforzar y los que quieres vivir. Una meta concreta diaria puede ser "Hablarle por teléfono a Juan", para fortalecer el valor de la amistad. Cada mes, debes revisar tu "Plan Maestro", establecer los valores con su actividad diaria y hacer una reflexión sobre los resultados.

• Paso 4. El examen diario
Si realmente quieres vivir los valores, durante una parte del día (puede ser en la tarde o noche -si es en la noche, asegúrate de no estar demasiado cansado-) date 10 minutos para reflexionar. Debes pensar en cómo te ha ido en el día, si estás cumpliendo tu meta (o metas) diarias, qué te falta por hacer y qué has hecho. Este examen es vital, si no lo haces, todo el sistema para vivir los valores va a irse perdiendo hasta que te olvides de él. El examen te permite dos cosas: analizar de manera realista y rápida cómo están resultándote las cosas, y propósitos concretos para hacer algo y vivir tus valores.


• Paso 5: Mantenimiento
Mes con mes, revisa tus valores, revisa lo que has aprendido, piensa cómo te ha ido en tus exámenes diarios. ¿Mejoras? ¿Empeoras? ¿Ha habido un gran avance? Lo fundamental en este sistema es la constancia. Si ahora mismo haces tu plan maestro y estableces tus prioridades pero no las vives, no haces el examen y no sigues tus propósitos concretos, entonces en quince días te habrás olvidado de todo. Si realmente quieres vivir los valores, debes hacerte el propósito.


Recopilado de: http://www.aciprensa.com/Familia/vivirvalores.htm

LA FAMILIA Y LOS VALORES



Hablar de familia en la actualidad nos lleva a hablar de diversidad. La familia sigue siendo, a pesar de los ataques y dudas que se ciernen sobre ella, el nudo esencial de la constitución de la personalidad de los niños.


Podríamos decir que dos aspectos fundamentales marcan a la familia de hoy: es el niño que la define, ya sea por su ausencia o por su presencia. Por otro lado, la historia de las personas dentro de las familias no es tan lineal como antaño: el ciclo de vida familiar no es tan previsible, y una misma persona puede pasar por muy diferentes etapas de su vida en cuanto a la familia: celibato, pareja, familia monoparental, familia compuesta, etc...

Por otro lado, la familia se ve amenazada en lo que tiene de más fundamental: dar a sus miembros la identidad de base suficientemente reaseguradora para afrontar los acontecimientos de la vida. La familia antes tomaba a cargo dimensiones muy particulares de la experiencia humana: tiempo de vida, de aprendizaje, de educación, de reproducción y ahora está cediendo algunas de estas funciones a otras instituciones.

De todos modos, y con variantes respecto a etapas anteriores, la familia es claramente el primer contexto de aprendizaje para las personas, en este sentido, es importante aclarar que en su seno aprenden no sólo los niños sino también los adultos. En la familia se ofrece cuidado y protección a los niños, asegurando su subsistencia en condiciones dignas. También ella contribuye a la socialización de los hijos en relación a los valores socialmente aceptados.

Las familias acompañan la evolución de los niños, en el proceso de escolarización, que es la vía excelente para ir penetrando en otros ámbitos sociales diferentes a la familia. Esta, a través de estas funciones apunta a educar a los niños para que puedan ser autónomos, emocionalmente equilibrados, capaces de establecer vínculos afectivos satisfactorios.

La familia realiza la función socializadora, que conecta al niño con los valores socialmente aceptados.

Partimos de que los valores, las reglas, los ritos familiares están al servicio de la estabilidad familiar, funcionan como sello de identidad para las distintas familias, están al servicio del sentido de pertenencia.


Desde esta perspectiva, la familia aparece como el mejor contexto para acompañar a la persona para transitar los cambios que implica necesariamente la vida.


Recopilado de: http://www.oei.es/valores2/tornaria.htm

LA FAMILIA Y LA CONSTRUCCION DE VALORES


Los valores son los principios ideológicos o morales por los que se guía una sociedad, estos emergen de la familia ya que esta es el núcleo esencial de la constitución de la personalidad de los niños, aquí se adquieren las primeras normas de conducta y de relación, vinculadas a lo que se considera un comportamiento moralmente bueno y a una adecuada relación de respeto con los demás.


Todos los valores que modela la familia, son asumidos por los niños en una primera etapa como un proceso lógico y natural de identificación con su medio social inmediato, que para él sintetiza el concepto del género humano; así los niños integrarán estos valores sin cuestionarlos.
Como padres, en la mayoría de las ocasiones al modelar las conductas y valores hacia nuestros hijos, no nos preocupamos por explicar el “por qué” es adecuado o inadecuado una conducta determinada, simplemente nos orientamos a través de la imposición a decir “esto no se hace” o “haz tal cosa” conforme a lo que pensamos que representa una actitud y un comportamiento adecuado.


Recordemos que nuestros hijos son nuestro reflejo, ellos aprenden en primer lugar lo que ven en casa, captan los mensajes y conductas que nosotros hacemos, por eso no podemos exigir “hijos modelo” cuando nuestro comportamiento es completamente opuesto a lo que pedimos. Es tal la influencia que tenemos en ellos ya sea de forma positiva o negativa que esta se proyectará en su desempeño académico, repercutiendo en su trayectoria escolar, su autoestima y su motivación.


Los valores adquiridos durante los primeros años de vida, resultan estar más arraigados en la estructura de la personalidad de los individuos y aunque es posible hacer cambios o variaciones, resultan difícil de cambiar. Es por ello que desde que comenzamos a educar a un niño, debemos ocupamos de explicar el porqué de lo bueno y de lo malo y de transmitirles a los pequeños los instrumentos necesarios para que ellos aprendan a valorar por sí mismos el entorno y su respuesta hacia el entorno.


Fomentar los valores es una responsabilidad compartida ya aunque es la familia la principal encargada, siempre interactuarán también la escuela, la sociedad y el individuo mismo, por lo tanto, la formación y desarrollo de los valores requiere de la participación y compromiso de todos.


Recopilado de: http://www.unidosporlafamilia.org/category/valores-en-la-familia/

jueves, 2 de julio de 2009



Originar situaciones creativas le da encanto a la convivencia

Para divertirnos en familia no hace falta ni dinero, ni muchos elementos, necesitamos simplemente algo de creatividad estar juntos y ponernos a disfrutar.
Un día cualquiera puede volverse especial si le agregamos un poco de imaginación.
La variedad de actividades que compartimos en familia nos permite llegar a conocernos mejor y estar mas cerca unos de otros.

Divertirse en familia. Consejos e ideas para jugar todos juntos.

Para las y los más pequeños jugar no es un mero capricho, sino que es una necesidad que forma parte de su proceso de aprendizaje. Cada nuevo juego es una forma de experimentar nuevas sensaciones, de expresarse, de dejar volar su imaginación y de desarrollar diferentes habilidades como la lógica, la socialización, la inteligencia o la coordinación. Educadores y psicólogos infantiles coinciden en que es importante que los niños y las niñas jueguen al lado de sus padres y madres, cualquier momento es bueno para aprovechar y disfrutar en familia.

Los psicólogos infantiles siguen afirmando que jugar y divertirse en familia es la base para establecer vínculos y relaciones de complicidad y comunicación. Por eso, además de tener buenas intenciones y ganas, las madres y los padres deben esforzarse en encontrar actividades atractivas y beneficiosas tanto para ellos como para sus hijos e hijas.

Son muchas las familias que realmente no saben cómo jugar todos juntos y por eso limitan las actividades a entretener con películas de dibujos animados o con consolas de videojuegos. Los juegos de mesa son una buena opción para estos casos, pero sin duda la diversión está asegurada si son los propios miembros de la casa los que imaginan y preparan sus propios entretenimientos. Sólo es cuestión de pensar propuestas e inventarse actividades que les gusten a todos y en las que toda la familia pueda participar. Estas ideas, seguramente serán más educativas ya que jugar es crecer, y jugar junto a los padres y madres está comprobado que desarrolla muy positivamente la personalidad de las y los menores.

En el caso de optar por la utilización de películas, tendremos que tener en cuenta que conviene saber lo que están viendo, incluso acompañarles si es posible. En el caso de los videos juegos es necesario saber su contenido para valorar si es adecuado.

La casa, como patio de recreo

Lo primero que hay que hacer es pensar en actividades dirigidas a cada etapa de desarrollo y a partir de ahí dejar volar la imaginación para que la casa se convierta en un auténtico patio de juegos. Incluso espacios cotidianos como la cocina, tareas del hogar aparentemente pesadas como hacerse la cama, tender la ropa o poner la mesa, prácticas de higiene personal como lavarse los dientes o bañarse pueden convertirse en un juego. Es una buena idea utilizar los aparatos electrónicos como la cámara de video, de fotos o el ordenador, para entretener a los niños y las niñas sin salir de casa pero no de la manera convencional.

El tiempo que pasamos juntos padres e hijos, se aprovecha mejor cuando lo planeamos.

A veces no sabemos que hacer el fin de semana o en las vacaciones, y podemos perder un tiempo valioso para convivir con nuestros hijos. Resulta menos fácil organizarnos para el ocio que para el trabajo, pues pensar que haremos en nuestros tiempos libres requiere de mayor imaginación y creatividad.

Sin embargo preparar actividades fuera de la rutina, da a nuestros hijos sorpresas, alegrías, y placeres inesperados.

Aunque los juegos que surgen todos los días pueden resultar muy divertidos, los padres podemos preparar, por lo menos una o dos veces por semana, alguna actividad original que nos permita pasar un rato agradable.

La etapa escolar nos da a los padres grandes oportunidades para divertirnos con nuestros hijos.

Cuando entra a la primaria, un niño ya es suficientemente independiente como para bañarse, vestirse, ordenar sus cosas. Ayudar en las tareas domesticas, jugar solo y tomar muchas decisiones.

Esto cambia nuestra relación y nos permite periodos más amplios de convivencia para participar en actividades en las que todos los miembros de la familia disfruten.

DIVERSIÓN EN FAMILIA.

Reflexión: la vida familiar no solo consiste en resolver conflictos., gran parte del tiempo
que compartimos puede emplearse simplemente el hecho de estar juntos.


Recomendaciones:}

Comunique con su pareja y sus hijos siempre en forma respetuosa. Los niños aprenden de sus padres todo el tiempo.

No descuide el lenguaje de su cuerpo, que no contradiga sus palabras.

Nunca insulte a su hijo ni levanté el tono de voz. Los gritos hacen que los niños se bloqueen, se encierre en sí mismo y no pueda entender lo que decimos.

Trate de aceptar puntos de vista diferentes a los suyos y de admitir que puede estar equivocado.

Invite a su niño a participar en las discusiones importantes y en los asuntos que le afectan.

No insulte a su hijo ni lo ignore. Mantenga con él una comunicación abierta, clara y respetuosa.

Procure que su comunicación sea clara especifica y concreta.

Si el niño se niega a cooperar, escuche sus razones antes de juzgarlo a sacar conclusiones.

No use fuerzas o castigos.

Una buena comunicación une a la Familia.

No existe una regla básica para la comunicación de las familias, porque al igual que las personas, cada familia es un mundo distinto con un lenguaje único.
Lo que si debería de existir como ayuda a la mejora de la comunicación:
Es la voluntad, el interés, y disponibilidad por parte de los padres.
Si lo que quieres es una familia unida y armónica, la mejor vía es la comunicación.

Es probable que la comunicación funcione si hemos aprendido a escuchar a nuestro hijo. La efectividad del mensaje depende de la calidad de nuestra relación con el.

Cuando el niño siente que lo queremos y nos interesa lo que siente, es posible que este dispuesto a escucharnos y a ser sensible a nuestras necesidades.
Podemos ser firmes y poner límites sin ser ofensivos o irrespetuosos. No demos órdenes al niño a menos que sea necesario. Si lo obligamos siempre a nuestro mandato, pude volverse pasivo y esperar que alguien le diga que hacer o bien no obedecer y desafiar nuestra autoridad.

Un buen mensaje centrado en nosotros puede entenderse como una solicitud de ayuda: “anoche termine de trabajar muy tarde, me gustaría dormir un poco mas y no puedo hacerlo con tanto ruido” Podemos en manos del niño la decisión de ayudarnos.
Cuando un niño no quiere colaborar, indaguemos y escuchemos con interés las razones porque no quiere cooperar.

No caiga en la tentación de usar la fuerza o el castigo.
El deseo del niño por ser solidario y ayudarnos se propicia día a día con respeto.

Usar mensajes claros y respetuosos no solo cambia la conducta del niño sino que transforman también a los padres. Actuar así nos pone en contacto con nuestros verdaderos sentimientos, nos hace más honestos y claros para percibir nuestras necesidades y para aceptar que son importantes y nos permita conocer mejor a nuestros hijos y reduce la tentación de maltratarlos o castigarlos.

El elemento clave de la buena comunicación es el respeto.

Respeto no significa que estemos siempre de acuerdo, sino que escuchemos y expresemos, la expresión de ideas y sentimientos, sin temor a ser juzgados o rechazados. La principal barrera de la comunicación es nuestra tendencia a evaluar, aprobar o reprobar las afirmaciones de los demás.


Dialogar también es escuchar.
Junto con el silencio está la capacidad de escuchar. Hay quien hace sus exposiciones y da sus opiniones, sin escuchar las opiniones de los demás. Cuando eso sucede, el interlocutor se da cuenta de la indiferencia del otro hacia él y acaba por perder la motivación por la conversación. Esta situación es la que con frecuencia se da entre padres e hijos.
Los primeros creen que estos últimos no tienen nada que enseñarles y que no pueden cambiar sus opiniones. Escuchan poco a sus hijos o si lo hacen es de una manera inquisidora, en una posición impermeable respecto al contenido de los argumentos de los hijos.
Estamos ante uno de los errores más frecuentes en las relaciones paternales creer que con un discurso puede hacerse cambiar a una persona.

A través del diálogo, padres e hijos se conocen mejor, conocen sobre todo sus respectivas opiniones y su capacidad de verbalizar sentimientos, pero nunca la información obtenida mediante una conversación será más amplia y trascendente que la adquirida con la convivencia. Por esto, transmite y educa mucho más la convivencia que la verbalización de los valores que se pretenden inculcar. Por otro lado, todo diálogo debe albergar la posibilidad de la expresión.
La capacidad de dialogar tiene como referencia la seguridad que tenga en sí mismo cada uno de los miembros de la familia. Hay que tener presente que la familia es un punto de referencia primordial para el niño: en ella puede aprender a dialogar y comunicarse y, con esta capacidad, favorecer actitudes tan importantes como la tolerancia, la asertividad, la habilidad dialéctica, la capacidad de admitir los errores y de tolerar las frustraciones.

miércoles, 1 de julio de 2009

COMUNICACIÓN EN LA FAMILIA.

Una buena comunicación se logra cuando escuchamos con interés, y si hablamos con claridad y sinceridad. Para comunicarnos necesitamos estar dispuestos a exponer honestamente nuestras opiniones, pero también a aceptar diferentes puntos de vista.