jueves, 2 de julio de 2009
La etapa escolar nos da a los padres grandes oportunidades para divertirnos con nuestros hijos.
Cuando entra a la primaria, un niño ya es suficientemente independiente como para bañarse, vestirse, ordenar sus cosas. Ayudar en las tareas domesticas, jugar solo y tomar muchas decisiones.
Esto cambia nuestra relación y nos permite periodos más amplios de convivencia para participar en actividades en las que todos los miembros de la familia disfruten.
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