viernes, 31 de julio de 2009

Los 10 Nuevos Derechos de los Niños




En Torno A la Lectura Y los Libros

Propuestas Dirigidas al Niño:

1. Tienes derecho a que cuando aún habitas en el vientre
materno tu madre y padre, además de acariciarte deben
leerte rimas, cantilenas, poemas y cuentos; si es posible
también plantearte una adivinanza de modo que cuando estés
en este mundo, y ya sepas hablar, sorprendas a todos dando
la respuesta.

2. Tienes derecho a que las personas adultas que te
rodean, recreen contigo las aventuras, personajes y
situaciones referidas en los libros, hasta después que te
hayas dormido, pudiendo ellas seguir con la lectura ya por
su propia cuenta.

3. Tienes derecho a exigir que la lectura sea un espacio
mágico, admirable y sorprendente; a que todos reconozcan y
contribuyan a hacer de ella un acontecimiento fascinante;
y a leer en las orillas del mar, en la cumbre de las
colinas, en un bote surcando el río o trepado en la copa
de los árboles. También a leer los libros al revés, si ése
es tu deseo.

4. Tienes derecho a que los adultos en tu casa, en la
escuela u otro sitio, te lean en alta voz los pasajes de
los libros que más te interesan y que al leer su voz sea
hermosa, afectiva, plena de resonancias; tronante o
apacible según convenga; y que en ella la vida cante su
mejor melodía.

5. Tienes derecho a relacionar lectura a libertad y pleno
disfrute del encanto y la belleza: a primavera y playa; a
montañas, arroyos y cascadas, a setos de flores, a
gaviotas volando en el cielo azul; a que los libros sean
navíos, peces, cometas; frescos como helados, dulces como
uvas, silvestres como fresas.

6. Tienes derecho a que antes de conocer los libros de
texto hayas frecuentado los libros de fantasía, leídos en
voz alta por las personas mayores, pudiendo tú preguntar
muchas veces qué dice en tal o cuál palabra, para
descubrir por ti mismo el secreto de la decodificación
alfabética.

7. Tienes derecho a indagar en los libros todo lo que se
te ocurra acerca de cualquier hecho o cosa del mundo y la
vida; a que tu profesor te guíe hasta donde pueda y,
después, si él quiere tú puedas guiarlo y orientarlo.

8. Tienes derecho a que leer sea parte de la amistad,
afecto y confidencia que debe primar entre adultos y niños
en relación a la lectura; a que alguien esté a tu lado y
exorcice con su voz algún pasaje oscuro del mundo de los
libros.

9. Tienes derecho a que todo libro esté a tu alcance, por
los sitios que pases, incluso en jardines y lugares de
juego; y a que no pueden haber libros secuestrados detrás
de vitrinas ni impedidos de ser hojeados por estar bajo
llave.

10. Tienes derecho a nunca ser reprendido por haber
deteriorado involuntariamente un libro, motivo por el cual
deben estar confeccionados de material adecuado y su costo
ha de ser asequible, a fin de no lamentar daños puesto que
se trata de ganar lectores aunque se pierdan libros.

11. Tienes derecho a exigir que los libros sean prodigios
que te hablen de asuntos significativos; que toda la
maravilla esté contenida en ellos, que sean gratos para
pasar las mejores horas arrobados en sus páginas.

12. Tienes derecho a que los adultos conozcan tus
inquietudes y aficiones e implementen los libros que las
satisfagan y no te impongan los libros de su interés;
coadyuvando tú a que la vida se enriquezca con las
sugestiones de los buenos libros, porque ¿de qué vale que
todo sea hermoso si la vida se desenvuelve en sentido
contrario?

13. Tienes derecho a que la biblioteca escolar sea
preciosa, acogedora y bien iluminada, a que las personas
que allí atiendan sean amables y amen a los niños
lectores; a no llenar fichas ni papeletas, a que se te
preste un libro por indicios de color, olor, tacto y
sentido, pudiendo tú preguntar acerca del contenido de tal
o cual libro y que la respuesta sea mágica.

14. Tienes derecho a emprender un viaje en razón de
celebrarse en el lugar al cual te diriges una gran fiesta
en honor al libro, donde animen bandas de músicos, se
eleven globos, fulguren castillos con luces de bengala; a
que todos los días sean el cumpleaños del libro; a que
lengua oral y escrita sean cataratas de un mismo río.

15. Tienes derecho a realizar excursiones con tus
profesores a lugares donde hayan ocurrido los
acontecimientos que se narran o presentan en los libros. A
realizar paseos hacia las ferias de libros, presentaciones
de autores y locales de librerías.

16. Tienes derecho a leer libros de poesía y enamorarte de
a verdad, a leer libros de mitología y extasiarse mirando
las estrellas, a leer libros de astronomía contemplando la
rotación de los astros, a leer libros de historia
pernoctando a campo traviesa en una noche de luna; a
exigir que los libros digan la verdad acerca de la vida y
del misterio de la muerte.

17. Tienes derecho a que en la escuela y con los maestros
practiques en elaborar libros de todo tipo, dándole formas
de avión, de barco, de flor; a reconocer como libros a las
plantas –sus flores y hojas– a los animales –su pelambre y
ojos–, a las calles –sus casas y esquinas–, o a las
manifestaciones populares –sus banderas y cánticos–.

18. Tienes derecho a no dar ninguna respuesta sino a
formular todas las preguntas en relación a los libros. A
no hablar –si así lo decides– cuando una lectura te ha
impactado, ni siquiera al regresar después de haber
caminado largo rato bajo los árboles.

19. Tienes derecho a pensar que la frase u oración más
marginal de un texto contiene la idea principal, si a ti
te parece; a que las pruebas de comprensión lectora las
resuelvan los profesores o, de lo contrario, se arranquen
esas páginas.

20. Tienes derecho a que tu concepto e imagen de los
libros y de la lectura sean únicos, a perfilar en ellos tu
identidad, a enlazarte allí mano a mano con todos los
hombres de la tierra, vivos o muertos; a volver a soñar y
construir a partir de ellos un mundo nuevo.

Fuente: http://tercerama.blogspot.com

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